La cartera permanente es una estrategia de inversión diseñada para lograr un equilibrio entre la rentabilidad y la seguridad de los activos. Esta estrategia se basa en la idea de que, para lograr una cartera equilibrada y resistente, es necesario diversificar los activos en diferentes clases.

En mi opinión. Es una excelente opción para invertir si:

La cartera permanente fue creada por el economista estadounidense Harry Browne en la década de 1980.

Browne creó la cartera como una solución para los inversores que buscaban proteger sus inversiones durante los períodos de alta inflación y turbulencia económica.

La idea era crear una cartera de activos que pudieran protegerse de la inflación y proporcionar una rentabilidad sólida y consistente a largo plazo.

A lo largo de los años, la cartera permanente ha demostrado ser una estrategia de inversión sólida y rentable para los inversores que buscan proteger sus activos y obtener una rentabilidad estable y consistente a largo plazo. Aunque algunos inversores han modificado la cartera permanente en función de sus necesidades individuales, la estrategia original de Browne sigue siendo popular entre muchos inversores y asesores financieros.

La rentabilidad media histórica de la cartera permanente ha sido sólida a lo largo de los años.

Según Harry Browne, el creador de la estrategia, la cartera permanente ha proporcionado una rentabilidad media anual del 9,7% desde 1970 hasta 2013.

Si miramos algunas fuentes, en promedio, la cartera permanente ha logrado un rendimiento anual del 8,5% desde 1972 hasta 2020, superando al índice S&P 500 en algunos años y registrando pérdidas menores en otros.

Algunos de los años con mejor desempeño de la cartera permanente incluyen 1980, 1982, 2008 y 2011, mientras que los años más difíciles fueron 1974, 1977 y 1994. A pesar de la volatilidad a corto plazo, la cartera permanente ha demostrado ser una estrategia sólida y resistente a lo largo del tiempo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la rentabilidad pasada no garantiza la rentabilidad futura y que la cartera permanente no está exenta de riesgos y volatilidad en el corto plazo.

Es esencial que los inversores entiendan los riesgos y ventajas de la cartera permanente antes de decidir implementarla en su estrategia de inversión.

Veamos cada uno de estos activos con más detalle.

Las acciones son una parte importante de la cartera permanente porque históricamente han proporcionado una rentabilidad más alta que otros activos a largo plazo.

Sin embargo, las acciones también son más volátiles que los bonos y pueden sufrir caídas significativas en momentos de crisis económica o financiera. Por lo tanto, es importante seleccionar acciones de alta calidad y diversificar la cartera adecuadamente para minimizar el riesgo.

Los bonos de largo plazo son un componente importante de la cartera permanente ya que ofrecen una rentabilidad estable y predecible a largo plazo. Además, en tiempos de recesión económica o caídas en los mercados de renta variable, los bonos de largo plazo tienden a aumentar de valor, lo que puede proporcionar una protección contra la volatilidad del mercado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los bonos de largo plazo también pueden ser sensibles a los cambios en las tasas de interés.

El oro es considerado por muchos como un activo refugio en tiempos de incertidumbre económica y política. La idea detrás de incluir el oro en la cartera permanente es que durante los períodos de alta inflación o caídas en los mercados de renta variable, el oro puede ofrecer una protección contra la pérdida de valor del resto de la cartera. Además, el oro puede proporcionar una diversificación adicional ya que tiene un comportamiento distinto a otros activos como las acciones y los bonos.

El efectivo es el cuarto y último componente de la cartera permanente. Aunque puede parecer extraño incluir efectivo en una cartera de inversión, es importante tener en cuenta que el efectivo puede proporcionar una protección contra la inflación y la volatilidad del mercado. Además, el efectivo puede ser utilizado para comprar activos cuando los precios son bajos, lo que puede ser beneficioso a largo plazo.

En la cartera permanente, la asignación de cada uno de estos activos se divide en un 25% para cada uno. Esta asignación equilibrada ayuda a minimizar el riesgo y maximizar el rendimiento a largo plazo.

Veamos un ejemplo de cómo funciona la cartera permanente. Supongamos que tenemos una cartera de $100,000 y la dividimos en cuatro partes iguales:

Supongamos también que durante un año, la rentabilidad de cada uno de estos activos fue la siguiente:

La rentabilidad total de la cartera sería:

(25% x 10%) + (25% x 2%) + (25% x 8%) + (25% x 1%) = 5.25%

Como se puede ver en este ejemplo, la cartera permanente proporciona una rentabilidad sólida a largo plazo con una exposición reducida al riesgo.

Lógicamente, como cada activo se comporta de forma distinta, los pesos que representan sobre la cartera van variando. Si seguimos la filosofía de Browne, así debemos hacer los balanceos:

Ahora te mostraré cómo construir una cartera permanente de manera efectiva. Lo primero que debes hacer es elegir la proporción de cada uno de los componentes de la cartera permanente que mejor se adapte a tus objetivos financieros y perfil de riesgo.

La proporción clásica es 25% para cada uno de los componentes, como acabo de explicar justo arriba. Pero también se pueden encontrar variaciones con un 20% en renta fija a largo plazo y un 5% en oro, por ejemplo.

Todo depende de tu perfil de riesgo, y del horizonte temporal de la inversión.

Un paso importante, lógicamente, es hacer la selección de los activos de cada categoría. A continuación, te presento algunos ejemplos de cómo construir la cartera permanente:

Recuerda que cada inversor es diferente y debe elegir la proporción que mejor se adapte a sus objetivos financieros y perfil de riesgo. Consulta siempre a un asesor financiero antes de tomar cualquier decisión de inversión.

psss psss: Si te va la marcha, puedes probar a meter alguna acción o fondo con exposición a Bitcoin. ¿por qué no un poco de diversificación? 😉

La inversión en la cartera permanente puede ser realizada de manera muy sencilla y minimalista, sin necesidad de hacer los rebalanceos uno mismo.

Lo único que tienes que hacer es automatizar tus aportaciones periódicas a estos fondos, y dedicarte a disfrutar de la vida, generar ingresos con tu side project, o lo que te de la gana.

Uno de los ejemplos más populares en Estados Unidos es el ETF PRPFX, que sigue la estrategia de la cartera permanente y tiene una rentabilidad histórica anualizada del 8,31% desde su creación en 2012 (al 31 de diciembre de 2021).

Este ETF invierte un 25% en acciones, un 25% en bonos a largo plazo, un 25% en materias primas y un 25% en efectivo.

En España, existen opciones como la cartera permanente de Myinvestor

Ambos fondos son una excelente opción para los inversores que buscan una forma sencilla y automatizada de invertir en la cartera permanente.

No sólo eso, puedes encontrar fondos de cartera permanente en varias plataformas de inversión como Inversis, Openbank o Renta 4, entre otras.

Es importante tener en cuenta que, al igual que con cualquier inversión, la rentabilidad pasada no garantiza rentabilidades futuras y que siempre existe un riesgo inherente en cualquier inversión. Por lo tanto, es recomendable hacer una evaluación cuidadosa de las opciones disponibles y asesorarse adecuadamente antes de tomar cualquier decisión de inversión.

Por último, es importante tener en cuenta que la cartera permanente no está exenta de riesgos. Aunque es una estrategia de inversión de bajo riesgo, no hay garantía de que la cartera siempre proporcione una rentabilidad positiva. Como cualquier inversión, siempre hay cierto nivel de riesgo y la rentabilidad puede fluctuar en función de las condiciones del mercado.

Si bien la cartera permanente puede proporcionar una rentabilidad sólida y una exposición reducida al riesgo, también tiene algunas debilidades y desventajas a considerar:

La cartera permanente es una estrategia sólida para los inversores que buscan reducir el riesgo en su cartera y obtener una rentabilidad estable a largo plazo.

Sus elementos, oro, bonos a largo plazo, efectivo y acciones, actúan de manera diferente en distintas situaciones del mercado, lo que la convierte en una opción flexible.

Aunque presenta algunas desventajas, la cartera permanente sigue siendo una opción atractiva para muchos inversores que buscan reducir el riesgo en su cartera. ¡No dudes en probarla y ver cómo funciona para ti!